Esta tristemente célebre organización de extrema derecha, actuó en los Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XIX, persiguiendo y atentando contra personas de piel negra y a las que consideraran “judíos" u “homosexuales”. En tanto discurso irracional de odio, la referencia al Ku Klux Klan ha reaparecido y aún lo hace en forma residual para manifestar intolerancia y violencia hacia diversos colectivos, tales como inmigrantes, personas identificadas con la izquierda política (socialistas, anarquistas y comunistas), católicos y minorías en general.
“En el contexto de la sociedad democrática y en el estado de derecho actual, son inadmisibles las demostraciones públicas de discursos racistas, xenófobos e intolerantes”, expresó el secretario de Derechos Humanos, Duillo Minieri.
En tal sentido, es preciso destacar que la diversidad humana en todas sus facetas (lingüística, étnica, de género, ideológica, etc.) lejos de ser un problema es algo que nos enriquece sustancialmente, como personas y como sociedad
En virtud de lo expuesto, si bien es irrenunciable la defensa del derecho a la manifestación y la protesta pública, “debemos ser reflexivos y sumamente cuidadosos con el uso de imágenes, discursos y símbolos que remiten a las páginas más tristes, violentas y repudiables de la historia de la humanidad”, finalizó Minieri.