Se trata de uno de los lugares predilectos de los barilochenses desde hace décadas por su proximidad y fácil acceso, la belleza de sus amplias playas y el entorno del bosque andino patagónico. En los últimos años, pasó a ser también un lugar elegido por turistas de todo el país y hasta extranjeros.
“La semana pasada vinieron brasileños, es la primera vez que recibimos gente de ese país, y estaban maravillados” relató Ángel, el cuidador del camping designado por la Comisión de Fomento.
Inés Marabolis, comisionada de Villa Mascardi, describió las mejoras y ordenamiento que hicieron desde que tomaron la concesión, en especial de los fogones y sitios de acampe, la marcación del límite del predio y la limpieza permanente.
El camping es muy arbolado con especies nativas, tiene una superficie aproximada de 35 hectáreas y una costa de lago de unos 700 metros.
Con capacidad para recibir hasta 400 personas, cuenta con 40 sitios con fogones, un grupo baños de mujeres y varones, y la proveeduría con una pileta para lavar ropa o vajilla.
“Ahora estamos dialogando con el Parque para sumar otros 10 fogones y también construir duchas, servicio que el camping nunca tuvo”, señaló Marabolis.
La proveeduría está a cargo de Zulema, quien prepara unas tortas fritas de antología y también cocina minutas para los acampantes o visitantes por el día que no quieren cocinar.
“Hay mucha gente que para aprovechar más la playa y el camping prefiere comprar la comida acá”, señaló la mujer.
Además hay personal de la Comisión dedicado a la recepción de visitantes y recorrida permanente del sector, para controlar que todo esté en orden y atender las necesidades de los veraneantes.
El camping es ideal para la recreación en el lago y la práctica de actividades náuticas, navegación sin motor y pesca. Como tiene amplias playas de arena con sectores de costa de baja profundidad y protegidos del viento, son propicios para chicos, siempre bajo supervisión de los mayores.
Los administradores son rigurosos con ciertas medidas que aportan a la paz y seguridad del lugar, lo que les da una comodidad no muy habitual en los campings de la región.
Al ingresar el visitante conoce las normas en detalle: no está permitido escuchar música o radio al aire libre, no permiten el ingreso de mascotas y quienes ingresan con kayaks, botes o tablas deben contar con chalecos salvavidas, de lo contrario no pueden usarlos allí.
Por normativa de Parques no está permitida la navegación con motor y solo se puede hacer fuego en los fogones de los sitios, hasta las 22.
Todos los visitantes son registrados con sus números de documento y teléfono de contacto; observan los protocolos de la pandemia, y también reciben controles regulares de la policía.
“A veces cuesta hacerles entender las normas, pero somos rigurosos y cada vez son más los que vuelven porque les gusta el silencio, la paz y la seguridad”, expresó Ángel.
Se llega al camping por un acceso de tres kilómetros desde la ruta nacional 40, a la altura de la Escuela 202 y por el acceso al destacamento policial de Villa Mascardi, marcado con un cartel vial que indica con una flecha el lago Guillelmo.
Tiene una tarifa única para acampe o pasar el día de $1.200 por persona y de $600 para jubilados y chicos de 5 a 12 años (de 0 a 4 años sin cargo). La jornada de acampe llega hasta las 10 de la mañana.