En total, a lo largo de toda la temporada se prevé la llegada de un total de 20 mil que arribarán de distintos puntos del norte argentino para la cosecha de peras y manzanas.
Así lo confirmó la Subsecretaria de Trabajo de Río Negro, Natalia Reynoso: “En esta semana estamos esperando aproximadamente 200 colectivos y 10.000 trabajadores para esta primera etapa”.
“Entre hoy y mañana salen los micros desde Tucumán, que son los primeros que esperamos; es importante que lleguen a destino con el tiempo suficiente, ya que el lunes comenzará la actividad, por lo menos de la pera”.
En relación a las medidas sanitarias, Reynoso expresó que “se trabajará con los protocolos que se implementan a nivel nacional a través del Consejo Federal de Trabajo donde Río Negro fue cabeza al generar el primer protocolo para el trabajo rural migrante”.
Asimismo, destacó la labor que se viene realizando en la provincia en relación a medidas sanitarias desde marzo cuando se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio por motivo del avance de la pandemia.
“En aquel momento tuvimos que repatriar los trabajadores que habían quedado varados ya que todavía estaban realizando tareas de cosecha; posteriormente seguimos trabajando con protocolos para poda, raleo y recientemente la cosecha de la certeza”.
“En esa oportunidad recibimos 51 colectivos y 2500 trabajadores de las distintas provincias hermanas, funcionaron además las patrullas COVID-19 para el seguimiento y control de las actividades laborales en Valle Medio, es decir para que se cumplieran los distanciamientos, se evitaran las cercanías o la utilización del barbijo en situaciones de descanso. Así que fue muy bueno”, detalló la funcionaria.
Requisitos e implementación
Según explicó Reynoso, para la fruta fresca los protocolos requieren que los trabajadores se trasladen en colectivos habilitados a nivel nacional, con contrato de trabajo y el resultado negativo de hisopado, o PCR como requisito para poder ingresar a la provincia.
En las fronteras, a través de los puestos camineros, se realizará el primer control de toda la documentación y autorizaciones de la provincia de origen, de destino y municipales.
Una vez que ingresan a las localidades y a los establecimientos a los que vienen a prestar tareas, deben cumplir un aislamiento de 7 días para esta temporada, donde se les proveerá de los insumos que necesiten para evitar la circulación.
En relación al acompañamiento de los familiares, la funcionaria sostuvo que “podrán ingresar trabajadores y trabajadoras sin distinción de género, pero sin la familia. Esto provocó alguna cuestión de resistencia pero tiene que ver con el cuidado, y las posibilidades concretas habitacionales y puntualmente con los contagios”.
Finalmente destacó el trabajo articulado, con normativas comunes con la CAFI, con la Federación de Productores, intendentes y gremios. “Todas las medidas son consensuadas, un trabajo interprovincial de forma recíproca, pero fundamentalmente respetando lo sanitario a nivel local, que es lo que va a determinar los distintos requisitos”.