Con un aporte de aproximadamente 150 millones de dólares al Producto Bruto Geográfico provincial, la actividad agrícola en Río Negro abarca un total de 87.362 hectáreas, concentrándose principalmente en la región de Valle Medio y Valle Inferior, destacándose el maíz y la alfalfa entre las producciones de forrajes y cereales, la cebolla y el zapallo entre las hortalizas a cielo abierto y un crecimiento sostenido de la horticultura bajo cubierta (invernaderos).
“Las inmejorables características agro-climáticas que posee Río Negro, teniendo en cuenta la disponibilidad de agua abundante y de calidad, la existencia de enormes extensiones de suelos fértiles, y el clima semiárido que caracteriza a estos valles, propician un escenario óptimo para la producción bajo riego de una amplia gama de productos, y la capacidad de satisfacer la creciente demanda mundial de alimentos”, manifestó el ministro de Desarrollo Económico y Productivo, Carlos Banacloy.
“Con las colaboraciones estratégicas entre el sector público y privado, los proyectos de nuevas áreas bajo riego también buscan atraer inversión internacional para su financiamiento. Estas iniciativas no sólo prometen revitalizar la economía regional mediante la creación de empleos de calidad, sino que también establecen un modelo integral para el desarrollo agrícola, enfocado en la innovación tecnológica y la sostenibilidad ambiental”, agregó el ministro.
Con inversiones en infraestructura de riego, la producción de maíz en la Patagonia, destinada principalmente a la alimentación animal, podría expandirse significativamente, y en este esquema, Río Negro con la posibilidad del acceso al agua dulce tiene una ventaja superlativa.
Los esquemas de producción bajo riego en Rio Negro demuestran que se pueden lograr altas producciones, con rendimientos del orden de los 18.000 kilos de materia seca/hectárea/año en alfalfa pura, 15000 kg/ha de grano de maíz y 25.000 kg/ha de MS de maíz para silo. “Esto impulsa la producción ganadera local, reduciendo los costos de nutrición que actualmente dependen de importaciones desde la región Pampeana”, expresó el secretario de Agricultura, Ingeniero Agrónomo Lucio Reinoso.
Con una gran extensión y un abundante caudal del río Negro, el proyecto Negro Muerto destaca su potencial para convertirse en un centro de producción diversificado y sostenible con una posibilidad de incorporar una superficie de 70.000 hectáreas bajo riego en la provincia. Se planea implementar sistemas avanzados de riego que permitirán cultivar una variedad de productos, desde hortalizas y frutos secos hasta cereales, oleaginosas y carnes, contribuyendo así a la seguridad alimentaria local y global.